Hoy,
a raíz de varios cotillas de mi pueblo que no tienen nada mejor que
criticarme como autora sin haberme leído, me paré a pensar en cómo
a veces criticamos novelas sin tener en cuenta que tras ellas hay
autores y editoriales que trabajan muy duro para ofrecer una buena
obra.
No
me digáis que nunca habéis dicho este libro es una mierda, y si no lo habéis hecho os prometo que merecéis mi admiración.
Últimamente,
sobretodo desde que se publicó Infinite, a la hora de reseñar me
paro mucho a pensar en el autor de la obra que en cuestión reseñe.
Pienso que antes de hacer una crítica negativa tengo que informarme
sobre ese autor. Por ejemplo, si es una novela escrita por una
persona que tenga menos de viente años, sin duda tengo que tenerlo
muy en cuenta. La trayectoria literaria de un autor no es la misma
con quince años que con cuarenta.
Además
de pararme a pensar en las condiciones que rodean al autor (ojo, y a
la editorial, que muchas veces nos quejamos de las ediciones sin
darnos cuenta de que es una editorial pequeña o de que no tienen más
presupuesto), también pienso en qué quiero decir y cómo lo quiero
decir. No es lo mismo decir esta novela es mala y no me ha
gustado a decir esta novela no es de mi gusto y de
ahí que no me gustase.
Con
esto qué quiero decir. Quiero contaros desde mi experiencia como
autora que las críticas negativas ayudan mucho y son positivas y
constructivas; pero que también depende de cómo se hagan pueden
hacer daño al autor o no. Que hay que decir las cosas, pero que se
pueden decir bien para que sólo sirvan de motivación y para
aprender.
Soy
la primera que se ha aplicado todo esto a lo largo de estos meses, no
sé si os habéis dado cuenta de que las pocas reseñas negativas que
hay últimamente en el blog (menos mal que casi todo lo que leo me
gusta) justifican por qué no me ha gustado ese libro y de forma
relajada.
Creo que todos (no me refiero sólo a blogueros, sino a los lectores en general) muchas veces no nos paramos a pensar qué historia hay detrás de cada libro, quién es el autor, cómo es su vida, cuánto ha trabajado en su obra... y que deberíamos pararnos a pensar en eso. Siempre ser sinceros respecto a nuestra opinión, pero también justos y respetuosos.
Y mejor ni comentar lo de criticar una novela sin haberlo leído, eso personalmente me resulta patético y que en general demuestra bastante envidia.
¿Qué pensáis vosotros? ¿Tenéis en cuenta a los creadores de las obras?
Quiero saber vuestra opinión, esto es un debate. :)