Las tejedoras de destinos #Gennifer Albin

Título: Las tejedoras de destinos

Autor: Gennifer Albin

Editorial: Alfaguara

Páginas: 428
ISBN: 978-84-204-0387-8
Formato: Rústica con solapas

Precio: 16'95€

Inútil. Torpe. Las demás chicas lo susurran a sus es­paldas. Pero la joven de dieciséis años Adelice Lewys tiene un secreto: sus er­rores son intencionados.

Dotada de una habilidad fuera de lo común para tejer el tiempo, Adelice es exactamente lo que la Corporación está buscando, y en Arras ser elegida tejedora es lo máximo a lo que una joven puede aspirar. Ser hilandera significa privi­legios, riqueza y belleza eterna. Pero no solo eso, también significa tener la facultad de bordar la esencia de la vida. Pero para ello hay que pagar un precio que Adelice no está dispuesta a asumir, puesto que deberá controlar absoluta­mente todo lo que las personas son: lo que comen, dónde viven, cuántos hijos tienen… Así que está decidida a fallar en las pruebas para ser hilandera, pero en su último examen sus dedos resba­lan, el telar reacciona a su don… y la Corporación la identifica. A partir de ese momento, Adelice dejará de tener control sobre su vida y pasará a conver­tirse en un instrumento más de la omnipresente Corporación. Sin embargo, una vez dentro, el poder de Adelice irá creciendo mientras aprende a manejar su don y a decidir en quién confiar, a quién vigilar… y a quién amar.

Adelice tiene un don especial, puede tejer el tiempo sin un telar. Eso es algo excepcional en Arras, el mundo donde vive. Allí las tejedoras, personas dotadas para manejar el tiempo y la materia que son como hilos, necesitan un telar para llevar a cabo su función. Por alguna extraña razón Adelice es especial. 

<<Algunos secretos deben permanecer ocultos, incluso de las personas con la mejor de las intenciones>>.

Todas las mujeres sueña con ser una tejedora porque viven en la más pura riqueza, aunque tienen que abandonar sus hogares sin poder regresar jamás. Esa es la razón por la que los padres de Adelice al descubrir su don la ayudaron a ser torpe, a parecer una inútil ante los ojos de todos.

Cuando llegan a una determinada edad, las mujeres deben pasar un mes de pruebas para ver si son posibles tejedoras. Adelice consigue despistarlos hasta el final que comete un error y teje bien los hilos.

<<Tu alma te pertenece. No les permitas que te la arrebaten>>.

Por ello Adelice es llevada al Coventri, el lugar donde están las tejedoras. Allí descubre que el Coventri no es lo que parece, que casi ninguna candidata consigue ser finalmente tejedora y por esa razón pasan a ser sirvientas y que quizás su mundo no es lo que creía.

Las tejedoras de destinos era una novela que desde el primer momento me llamaba, tanto por su sinopsis interesante como su portada preciosa. Pero me habían dicho que el libro era pesado y que no te enterabas de nada. Por esta razón no fui con altas expectativas...

Los personajes de la novela están claramente divididos entre principales y secundarios, es algo que queda claro desde el principio. Destaco a Adelice, cuya personalidad me gustó desde el principio por ser una chica luchadora y dura de pelar. Me gustó mucho que la autora constantemente volviese al pasado de ésta para desvelarnos ciertos detalles muy importantes. 

Tenemos un extraño triángulo amoroso, que aunque no es lo más importante de la trama, está ahí. Adelice tiene un cierto roce con un personaje y más tarde se enamora del otro. No está muy intensificado pero esto es porque no es lo más importante.

Lo más importante de la trama sin duda es la acción de tejer, las tejedoras y la evolución de Adelice.

La novela es una distopía muy diferente a lo último que he leído de este género, con una originalidad increíble. Las tejedoras son algo que me han fascinado desde el primer momento, al igual que el hecho de que la realidad esté tejida por hilos de colores que las tejedoras pueden arrancar, modificar, crear y cambiar. Es sin duda lo que más me ha gustado de la novela. El Coventri, el lugar de las tejedoras, también me ha llamado la atención, pues está creado por tejedoras y casi todo son ilusiones, como las ventanas y paisajes. La Continua, palabra que he leído que no han entendido, la novela me ha dado a entender que es como la televisión o el programa donde se habla del Coventri. 

Es una primera parte de una saga que para mí promete. Peca de ser muy introductoria, carece de mucha acción, y se centra principalmente en Adelice. Pero es muy entretenida, en ningún momento me he aburrido ni se me ha hecho pesada.

Quizás es una novela que necesita más atención que otras, que a veces te sientes algo perdido, pero probablemente es porque se necesita concentración para entenderlo todo. Está cargada de nuevos términos y personajes, tiene un final que te deja con ganas de saber más y una buena trama.

-4/5-

Una novela entretenida, 
un buen comienzo para una saga que promete ser muy original y diferente.

-Gracias a Alfaguara por el ejemplar